Sobre el término espiritualista y su significado general




Sobre el término espiritualista y su significado general

Hay personas que se asocian al espiritismo que han quedado atrapadas en discusiones estériles y poco útiles, como declararle la guerra al concepto espiritualista. Esta discusión no amerita dedicarle muchas palabras, así que seré breve. 

Kardec en la introducción al libro de los espíritus señaló lo siguiente sobre dicho término:

“Para las cosas nuevas se necesitan palabras nuevas. Así lo exige la claridad del lenguaje, a fin de evitar la confusión propia del sentido múltiple de los términos. Las palabras espiritual, espiritualista y espiritualismo tienen una acepción bien definida; darles una nueva para aplicarlas a la doctrina de los Espíritus sería multiplicar las ya tan numerosas causas de anfibología. En efecto, el espiritualismo es lo opuesto al materialismo. Cualquiera que crea tener en sí algo más que materia es espiritualista, pero no se sigue de ahí que crea en la existencia de los Espíritus o en sus comunicaciones con el mundo visible. Por eso, en lugar de las palabras ESPIRITUAL y ESPIRITUALISMO, empleamos para designar esa última creencia las palabras espírita y espiritismo, cuya forma recuerda su origen y su sentido radical, y por eso mismo tienen la ventaja de ser perfectamente inteligibles. Reservamos así para la palabra espiritualismo la acepción que le es propia. Diremos, pues, que la doctrina espírita o el espiritismo tiene por principio las relaciones del mundo material con los Espíritus o seres del mundo invisible. Los adeptos del espiritismo serán los espíritas o, si se prefiere, los espiritistas” (Kardec, 2011, p. 19).

Cualquiera puede darse cuenta que una persona espiritualista es alguien que adhiere a una creencia espiritual, lo cual, para los espiritistas, es algo muy bueno, ya que ha vencido el ideal materialista. En términos generales, los espiritistas somos espiritualistas, aunque unos espiritualistas bien particulares, ya que tenemos nuestra doctrina bien clara. Por eso es mucho más específico señalar que somos espíritas, así nos diferenciamos de todos los otros tipos de espiritualismos, ¿porque no somos materialistas, cierto? Claro que no. 

Este tema no da para más, de modo que no es necesario desarrollar ninguna cruzada contra dicho término y sus adherentes como han planteado algunas personas anti-espiritualistas. Además, paradójicamente, le hacen un flaco favor a las doctrinas materialistas.

Es clave entender lo siguiente: “todo espírita es espiritualista, pero no todo espiritualista es espírita”. Así de sencillo.

Saludos. 

Referencia bibliográfica


Kardec, A. (2011). El libro de los espíritus (2 ed.). Consejo Espírita Internacional: Brasilia.

Felipe Nicolás Mujica Johnson.


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